Hoy todavía no se han acostado. Han dado las 6 y ahí están, el uno pegado al otro sin ganas de sábanas, buscando el despertar de la ciudad. Una noche mágica con alguien más mágico si cabe. Hoy, desayunan fuera y, ni ella ni él se llevan el café a la cama. Sólo comparten sonrisas, ni ella le susurra los buenos días, ni él le acaricia dándoselos. Hoy, son uno. Felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario