domingo, 3 de enero de 2016

Me marcho. Ahí te quedas. Nunca creí que llegaría este día pero sí, me voy. Me voy porque no me supiste querer. Me voy porque no me supiste tener. Me voy. Quizás algún día te des cuenta del por qué de esta marcha. Cada aliento perdido en quererte era casi como tentar a la suerte.
Hoy, aunque me busques, no vas a encontrar a quien te quiso. Hoy, aunque me ignores, no vas a encontrar insistencia. Quien no aprecia lo que tiene, no merece lo que pierde.
Qué tortura haber perdido la cordura.
Qué dulce locura recuperar esa cordura.
Hoy, paseo con alguien a quien casi no conocía. Hoy, me estoy empezando a amar como nunca antes lo hacía.


No hay comentarios:

Publicar un comentario