Lo siento pero, estoy conociéndome...

Día 5

Hoy, al amanecer, ha sido consciente de su felicidad. Hoy, no quiere levantarse de su lado, pasaría mil y una noches abrazada a él. Que ese momento no se desvanezca, no desaparezca. Sus abrazos y caricias en el pelo acompañados de sus buenos días. Para siempre.

¿Qué esperamos de un sábado? Disfrutarlo lo mejor que podamos, bailar bajo la lluvia, haciéndole un guiño a todos los obstáculos que se nos presenten porque, al fin y al cabo, no nos queda otra que mostrar nuestra mejor sonrisa a todo lo que viene y está por venir. Seguir para adelante con la mejor de nuestras actitudes. A veces es difícil pero hay que intentarlo, nuestra vida la dirigimos única y exclusivamente cada uno de nosotros, así que, mientras estemos aquí: let´s dance! Feliz sábado.

Me marcho. Ahí te quedas. Nunca creí que llegaría este día pero sí, me voy. Me voy porque no me supiste querer. Me voy porque no me supiste tener. Me voy. Quizás algún día te des cuenta del por qué de esta marcha. Cada aliento perdido en quererte era casi como tentar a la suerte.
Hoy, aunque me busques, no vas a encontrar a quien te quiso. Hoy, aunque me ignores, no vas a encontrar insistencia. Quien no aprecia lo que tiene, no merece lo que pierde.
Qué tortura haber perdido la cordura.
Qué dulce locura recuperar esa cordura.
Hoy, paseo con alguien a quien casi no conocía. Hoy, me estoy empezando a amar como nunca antes lo hacía.